- La ansiedad y la depresión a veces no solamente tienen que ver con cómo se actúa, sino también con cómo se piensa y se siente. Pues bien, para eso, hay también unas técnicas muy eficientes. Y, en vista de que las técnicas de modificación de conducta, se pueden combinar con técnicas para modificar el pensamiento que genera ansiedad y depresión, a este tipo de terapia se le suele llamar terapia cognitivo conductual.
- La terapia cognitivo conductual ayuda a romper premisas distorsionadas frecuentes cuando aparecen síntomas de malestar en las personas. Centrando su esfuerzo en pensamientos, sentimientos y conductas. Se crean habilidades personales para hacer frente de manera estable a amenazas, causas y síntomas que sufre la persona. El objetivo es que se produzca un entrenamiento duradero de los mecanismos implicados en la mejoría.
- Hay varias técnicas que, fundamentalmente, dependen del condicionamiento clásico, el proceso psicológico en el cual, lo mismo que con el perro de Pavlov, se asocian elementos que aparecen juntos.
- La técnica que más se usa para tratar las fobias, es la llamada desensibilización sistemática. Es muy sencilla, aunque lleva esfuerzo. El psicólogo progresivamente va exponiendo al paciente a la situación que le genera temor, pero lo hace asociando esa exposición con estímulos placenteros y relajantes, de forma tal que, a la larga, no se sienta temor.
- La medicación en ocasiones se combina con la terapia cognitivo conductual. La máxima que podría explicar en pocas palabras cuándo es necesario un fármaco y cuando no, estando en terapia, podría ser la siguiente: “la persona que solicita tratamiento ha de tener síntomas que le incomoden lo suficiente como para estar motivada para realizar cambios, pero sin rebasar el punto en donde ya sus malestares no le permiten atender las indicaciones de su psicólogo cognitivo conductual. Por encima de este límite es recomendable valorar un apoyo farmacológico complementario a la terapia”.
Fuentes:
Feldman, Robert S. Psicología con aplicaciones en países de habla hispana. McGraw
Hill. México D.F., 2001.